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Augusto y Paulina llevan juntos 25 años. A él le diagnosticaron Alzheimer hace ocho años. Ambos temen el día en que deje de reconocerla.
En sus anteriores cintas, Alberdi ha mostrado un interés por mostrar la vida en la vejez. En “La Once”, la cineasta sigue a un par de mejores amigas que se conocen desde la escuela y que durante sesenta años se siguen reuniendo una vez al mes para platicar. Lo mismo ocurre en su cinta más celebrada “El Agente Topo”, donde un anciano (Sergio Chamy) se infiltra en un asilo para corroborar si uno de los cuidadores maltrata a otra anciana. Pero La Memoria Infinita es diferente: no hay voces en off, no hay cabezas parlantes, no hay un cierre o un inicio. Solo hay dos personajes, Maite y Augusto, quienes nunca voltean a cuadro para explicar nada. La cámara se coloca como un testigo invisible de lo que pasa en este hogar en secuencias que sólo se interrumpen por los fragmentos de telediarios, entrevistas y videos caseros que muestran la vida anterior de Pauli y Augusto, antes de la enfermedad.
Maite Alberdi Soto es una directora de cine, montajista, guionista, directora de fotografía, productora de cine, sonidista, directora audiovisual y crítica de cine chilena, de ascendencia vasca. Estudió en la Universidad Católica de Santiago de Chile y se graduó en Comunicación Social, Estética y Cine. Su debut como directora llegó con el corto “Los trapecistas” (2005), seguido por “Las peluqueras” (2007). Después de “La once” y “El agente topo” ahora nos deja la premiada “La memoria infinita”.