Cuando una madre pregunta, hay que buscar la respuesta como sea. Acuciado por la crisis económica, sin trabajo, sin dinero, sin proyectos a la vista y ante la imposibilidad de afrontar los pagos de mi hipoteca, dejo mi casa en la ciudad y vuelvo a la casa de mis padres. Mi madre no entiende qué está ocurriendo y solicita respuestas que me veo obligado a encontrar, aunque para ello tenga que recorrer medio mundo. Un viaje que son dos. Un viaje de regreso al pueblo que me vio nacer, donde retrato a mis padres octogenarios que sufren estoicamente las consecuencias de la crisis financiera. Un viaje a lo largo y ancho del mundo, al encuentro de intelectuales, economistas, y activistas que nos ayuden a encontrar respuestas para mi madre, para las madres del mundo. En definitiva, un doble viaje que nos permite confrontar ideas mas allá de las propuestas del “establishment” político financiero y que nos muestra alternativas viables y reales dentro y fuera del sistema económico actual.